El Espejo Negro, la imprescindible compañía de teatro con títeres andaluza, ganadora de dos premios Max, vuelve al Auditorio de El Ejido con su nueva creación: Cris, pequeña valiente.
La historia de una niña que lucha por ser quien es y ser lo que siente. Un relato lleno de superación, amor y fantasía.
La impecable puesta en escena que caracteriza a los malagueños tiene como objeto, esta vez, hacer llegar al público, a través de los textos, la música, el baile y la luz, una creación en la que la historia y los personajes priman sobre todo lo demás. Una obra teatral con una visión positiva, aunque no carente de situaciones complicadas y tristes, pero que finalmente terminará con un certero triunfo sobre la verdadera identidad de género de la pequeña protagonista.
Hasta ahora siempre habíamos tenido conciencia de la existencia de hombres y mujeres transexuales adultos, pero la transexualidad en los más pequeños, desde su tierna infancia, es algo que a muchos y a muchas sorprende y no terminan de creer.
Niños y niñas que padecen desde sus primeros años de vida el rechazo de la sociedad, incluso en ocasiones contadas, el de sus propios padres y madres.
La total desinformación sobre este tema y el tabú que supone para la sociedad el visibilizar la diversidad, causa en estas pequeñas personas un sufrimiento innecesario que debemos y tenemos la obligación de remediar.
Cada cual nace con un cuerpo y una mente propios y en ocasiones el azar lógico y biológico de nuestra propia naturaleza humana hace que de cada mil nacimientos uno sea el de una niña o un niño transexual.
Ser transexual no es una enfermedad, es una condición más de la diversidad del género humano. Y por ello natural.
Con la historia de CRISTINA, inspirada en un grupo de niñas trans españolas, quiero acercar su realidad a los millones de menores y adultos de nuestro país, a sus familias, a los colegios y a la sociedad en general. Un aprendizaje a través del teatro para que en un futuro cercano, todos y todas, seamos mucho más tolerantes ante la diferencia y capaces de convivir en una sociedad diversa.
CRISTINA es una niña valiente que lucha por ser quién es y ser lo que siente. Una niña que al nacer los médicos pensaron que era un niño y le asignaron un sexo masculino. Y así, de esta manera, todo el mundo desde ese momento pensó que era un varón, pero en realidad era una niña. Una valiente y gran niña.
Este espectáculo nace de la necesidad de dar visibilidad y ponerle cara a los cientos y miles de niños y niñas transexuales que conviven entre nosotros.
A través de un lenguaje sugerente y una puesta en escena impecable, se desarrollará la historia de CRISTINA, una historia llena de superación, amor y valentía. Un espectáculo donde primará sobre todo la verdad, una verdad que recibirá el público a través de los textos, la música, el baile y la luz. Un espectáculo diseñado desde un enfoque minimalista, donde la historia y los personajes primarán sobre todo lo demás.
Una obra teatral con una visión positiva, aunque no carente de situaciones complicadas y tristes. Pero que finalmente terminará con un certero triunfo sobre la verdadera identidad de género de nuestra pequeña protagonista.
Un nuevo proyecto que me hace sentir que aún estamos todos a tiempo de mejorar la vida de estos valientes niños y niñas.
Dejarnos de tabúes e historias trasnochadas de que el hombre es hombre y la mujer es mujer porque sus genitales así lo atestiguan. Y esto es lo lógico, lo reglado y lo normal, pero no lo real. La biología y los sentimientos del ser humano son tan maravillosamente diferentes y ricos en todos los sentidos que desmienten las reglas inventadas por algunos hombres y mujeres sobre la diversidad humana.
Todos somos hombres y mujeres al mismo tiempo, y nuestra identidad de género no se encuentra en el sexo que nos asignaron al nacer, si no en nuestro CEREBRO. Nuestro cerebro nos hará vivir y sentir como HOMBRES o MUJERES completos y no en la marginalidad. De todos nosotros depende que lo podamos hacer en igualdad de condiciones y en LIBERTAD.